Aceite de Oliva
El aceite de oliva es un aceite vegetal procedente del fruto del olivo (las aceitunas u olivas), y constituye la fuente principal de lípidos en la Dieta Mediterránea.
Se han encontrado molinos para la extracción del aceite (Almazaras) que sitúan sus orígenes en la zona comprendida entre los ríos Tigris, Eufrates y Nilo, en los años 5000 a 3000 a.C.
Se sabe que en Egipto el aceite de oliva era empleado como bálsamo para proteger y ayudar a regenerar la piel. Posteriormente también Roma y Grecia adoptaron su uso. De hecho, en la mitología griega el olivo fue el tributo a los dioses ofertado por Atenea para lograr que la ciudad de Atenas quedara bajo su protección.
Actualmente el principal país productor de Aceite de Oliva es España, seguido por Italia y Grecia. En concreto, el liderazgo lo regenta Andalucía, con la provincia de Jaén a la cabeza como capital mundial del olivo.
Efectos saludables del Aceite de Oliva
El Aceite de Oliva puede ser considerado un verdadero medicamento por su papel en la prevención primaria y secundaria de diferentes patologías. Por ejemplo:
– Regulación de los niveles de colesterol y prevención del riesgo cardiovascular
El aceite de oliva disminuye el riesgo de enfermedad cardiovascular cuando se consume en el lugar de otras grasas. También contribuye a reducir las cifras de tensión arterial en hipertensos, y previene la obstrucción de las arterias coronarias por placas de ateroma, responsables del infarto de miocardio.
Las cifras totales de colesterol disminuyen con el consumo habitual de aceite de oliva, así como la fracción LDL (colesterol malo), mientras se incrementa la fracción HDL (colesterol bueno), encargado de retirar las grasas circulantes de la sangre.
– Favorece la absorción de calcio y la mineralización ósea protegiendo frente a la osteoporosis
Refuerza el sistema inmunológico, reduce el riesgo de trastornos metabólicos y actúa a diferentes niveles en el sistema digestivo y la piel.
– Sus propiedades protectoras se extienden al cáncer
Disminuye el riesgo de padecer cáncer de Mama y otros tumores ginecológicos.
La mayor parte de las grasas presentes en el aceite de oliva son ácidos grasos monoinsaturados, lo que explica las consecuencias ventajosas para los niveles de colesterol.
Aporta también vitaminas A, E, D, y K. La presencia de polifenoles y vitamina E justifica su papel antioxidante. Los antioxidantes reducen el daño celular y por tanto los acontecimientos que desencadenan la neoplasia.
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