CONSERVAS

Propiedades de las verduras en conserva

No pierden sus vitaminas, ni minerales, ni fibra, ni el gusto, sin importar cuánto tiempo estén las frutas o verduras en conserva. Son envasadas cuando se cosechan.

Cosechadas y enlatadas

Las verduras en conserva se enlatan rápidamente tras ser cosechadas. Por ejemplo, las judías se recogen entre julio y septiembre, inmediatamente se separan de las partes que no se comerán, se bañan en agua hirviendo por unos segundos para matar microbios y conservar los nutrientes. Tras estas acciones, las judías son envasadas con agua y sal en latas o botes estériles. El proceso queda concluido en menos de 5 horas.

Nutrientes permanentes

El simple almacenamiento de verduras hace que éstas vean reducidas sus vitaminas y minerales, y es eso lo que el envasado evita: la pérdida de propiedades. El blanqueamiento que se les aplica (baño en agua hirviendo) y la adición de agua y sal conserva las propiedades de los alimentos y, además, el agua contiene minerales, por lo que no es conveniente deshacerse de ella al consumirlos.

Las latas son una fuente de alimentación que no tiene porqué considerarse secundaria, de emergencia… Puede alternarse con la comida cocinada, y es lo que implementa el Centro de Información de la Conserva Enlatada (CICE), que además ha publicado el libro ‘Cocinar es una lata’

Verduras en cualquier temporada

Estos métodos permiten que los usuarios podamos disfrutar de verduras de temporada en cualquier momento del año. Como ya se ha dicho, éstas son de calidad, no solo por sí mismas, sino por el tratado y el proceso selectivo y riguroso que siguen de principio a fin, siendo objeto de vigilancia por parte de agricultores, fábricas…

Verduras sin refrigeración

Con las conservas no es necesario mantener en frío los alimentos, sino que se pueden almacenar en otro lugar, sin tener que gastar otros recursos. Además de que duran varios meses o años sin ponerse malas.

Las conservas tienen fecha de consumo preferente, que no de caducidad. Esto quiere decir que, pasada esa fecha, el producto puede seguir siendo consumido, pero pierde algunas propiedades, como que ya no esté crujiente (si debía estar crujiente).

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CONSERVAS DE PESCADO

Las latas de sardinas, atún, melva… son muy utilizadas en verano por la comodidad que suponen, pero además aportan una considerable cantidad de proteínas, vitaminas o minerales. De hecho, el proceso térmico aplicado a las latas de sardinas multiplica por tres el contenido en calcio.

En general, los pescados de las conservas son ricos en calcio, magnesio, fósforo, hierro y vitaminas A, B y D. El pescado azul es el más adecuado para incorporar omega-3 a nuestro cuerpo.

Sardinas enlatadas: El tratamiento térmico multiplica por tres la cantidad de calcio

Las sardinas enlatadas incluyen la espina, por lo que contienen mayor cantidad de calcio que otros pescados en lata. Como adelanta el título del apartado, el tratamiento térmico que recibe el pescado hace que aumente el aporte de calcio, ya que la espina se ablanda y el calcio que contiene pasa a la carne de la sardina. Una sardina fresca tiene alrededor de 50 mg de calcio por cada 100 gr de producto, pero la sardina en lata contiene 225 gr de calcio, más o menos.

Incorporar calcio en el cuerpo es siempre beneficioso para los tejidos óseos del cuerpo, para todas las edades. Y, por otra parte, el pescado azul contiene la vitamina D necesaria para asimilar el aporte de calcio.

Además del calcio, el pescado azul viene acompañado de gran cantidad de hierro y fósforo, este último en cantidades que rondan los 350 mg por cada 100 gr de pescado.

Una lata de sardinas enlatadas con sus espinas es una buena opción para cubrir una de las tomas del día: un bocadillo de sardinas puede ser la merienda de niños y adolescentes o el segundo plato de las mujeres mayores de 50 años.sardines-825606_1280

Proteínas digeribles

Ya ha quedado demostrado en repetidas ocasiones que estas conservas son fuente de aminoácidos esenciales y proteínas. También, de acuerdo a varios estudios, se ha resuelto que las proteínas contenidas en los pescados en conserva gozan de una muy buena digestibilidad.

En experimentos llevados a cabo en la Universidad de California y en la Universidad de Wisconsin dilucidan nueve aminoácidos esenciales contenidos en los pescados y mariscos de estas reservas, que son tales porque el organismo no los sintetiza. Los autores de ambas universidades constatan que estos aminoácidos no varían durante los procesos de enlatado y conservación, lo que da una muestra más de la estabilidad de las conservas.

Las latas protegen el alimento y evitan la pérdida de vitaminas

Lo más común es encontrar pescados conservados en aceite de oliva (‘versión premium’) y aceite vegetal (‘versión económica’), pero también en escabeche y tomate. El aceite es solo un contenedor, no influye en el sabor del producto principal. Si se utiliza aceite de oliva y no se especifica ‘virgen extra’, es una aceite refinado transparente, sin olor ni sabor.

Como ya dijimos, el proceso térmico incrementa el contenido en calcio, y otro proceso hace que también aumente el contenido en ácidos grasos insaturados, que son buenos para el organismo. La condición metálica de la lata presta una protección vital contra los elementos que eliminan las vitaminas.

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