Zumo 100% exprimido: Es el resultado de exprimir fruta fresca, sin añadir ni retirar componentes, prácticamente similar a un zumo natural casero. Por motivos de seguridad alimentaria tienen que ser sometidos a un proceso de pasteurización.
Se pueden diferenciar entre zumos refrigerados, que precisan de un menor tratamiento térmico ya que se conservan en frío pero por el contrario tienen un período de vida media menor, y los zumos a temperatura ambiente, que requieren de un mayor tratamiento térmico y mantienen peor las características gustativas del producto.
Zumo a base de concentrado: En el proceso de elaboración se pierden la mitad de sus vitaminas y sales minerales por el tratamiento térmico necesario para el transporte, debido a la evaporación del 85% del agua que contiene la propia fruta. Posteriormente se añadirán agua, aromas, vitaminas y minerales, en las plantas envasadoras para reconstituir el zumo.
Néctar: Consiste en añadir al concentrado anterior más agua de la que tenía en estado natural junto a azúcar o edulcorante. Se debe indicar que porcentaje del producto supone el propio zumo.
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